martes, 3 de junio de 2008

¿Podemos?


Este año toca fútbol europeo en Austria y Suiza, y como siempre España llega a la cita con altas expectativas. Los medios de comunicación se están encargando de aumentar la euforia entre los aficionados, que a medida que se acerca la fecha del primer partido se suben al carro del "podemos".

"Podemos", "a por ellos", "no volváis sin ella"... cada dos años se crea una ilusión en los aficionados al futbol que se esfuma cuando llega lo serio, es decir, los cuartos. Esos malditos cuartos en los que un rival de envergadura, casi siempre los franceses, se despacha a gusto dando un recital de fútbol y demostrando que la selección española no es una de las cinco mejores.

Siempre sucede lo mismo. La roja juega una fase previa irregular, realizando un buen partido, uno tirando a malo y el otro penoso. Luego llegan los octavos o los cuartos en los que ya toca un rival de nivel y es cuando España tiene que hacer las maletas. Otro disgusto más para los aficionados.

Y es que la selección nacional es el Atlético de Madrid de las selecciones. Todos los años se perfila como una de las candidatas a los títulos por tener grandes jugadores, pero en cuanto empieza a rodar el balón, ni el juego del equipo, ni los resultados son los esperados. Los aficionados de la roja sufren lo mismo que los colchoneros año tras año, siempre tienen que ver como otros levantan las copas.

La culpa, ¿los jugadores?. En un principio son ellos, junto al seleccionador, el centro de todas las miradas, es normal, son ellos quienes juegan los partidos. Pero en el fútbol, como en cualquier otro deporte, los encuentros son entre dos equipos y sólo gana el que mejor juega y alguna vez el que más suerte tiene, que siempre son los mismos.
Los jugadores de la selección triunfan en los mejores clubs europeos, ganan ligas y títulos continentales. Están en la élite del fútbol mundial. Pero esos equipos, que siempre luchan por los títulos, lo forman muchos más jugadores, estrellas nacidas en otros países y que en muchas ocasiones tienen más talento que los españoles. Y claro, cuando esas estrellas se juntan en sus respectivas selecciones, pasa lo que pasa, España para casa.

Ese es el gran problema del fútbol español, los medios sobrevaloran a los jugadores, les otorgan un nivel que no tienen, quieren equiparlos con las grandes selecciones y contagiar al público de optimismo para que sigan todos los encuentros de la roja, Mundial tras Mundial, Eurocopa tras Eurocopa. Y todo esto para asegurarse una buena audiencia, que al fín y al cabo es lo único que les interesa, y si a España se le ocurre pasar de cuartos, pues mejor que mejor, más caja y la afición más contenta.

Al menos, esta vez los aficionados pueden estar animados, el Atlético este año ha hecho una buena temporada.