
Esta mañana he leído en el periódico que nuestros vecinos del Norte juegan a la PlayStation mientras conducen. En concreto, son los camioneros franceses los que se aventuran a las carreteras sin prestar atención en sus viajes.
Parece ser que cuando hay poco tráfico activan el controlador de velocidad, se pegan a la parte derecha, dónde se encuentran las bandas sonoras, así cuando las pisan se percatan de que se están desviando.
Mi primera impresión al leer esta noticia ha sido de asombro, no me cabía en la cabeza cómo los "routiers" pueden hacer cientos de kilómetros jugando interesantes encuentros con su selección nacional al FIFA, viendo el último capítulo de su serie favorita o simplemente disfrutando de una buena lectura.
La verdad es que aún menos me imagino a nuestros camioneros despotricando de algún derbi Madrid-Barça mientras circulan por toda la autovía del Mediterráneo.
En los asfaltos europeos, en especial en los alemanes, puedes llegar a velocidades bastente superiores que en España, con mucha más seguridad, seguridad que se consigue con una calidad superior de las carreteras, mayor número de carriles y sobre todo una mentalidad diferente. Convencidos con el peligro que supone de por sí conducir, concienciados en que viajar es una necesidad, no un capricho; por eso se construyen carreteras con mayor número de carriles, autopistas y autovías que llegan a todos los pueblecitos, incluso hasta el más escondido.
Esa es la gran diferencia con nosotros, nuestros camioneros no pueden leer mientras conducen, como lo hacen los franceses, aunque no comparta tal temeridad. No lo hacen porque no sepan, sinó porque en nuestras carreteras no se puede uno relajar tan fácilmente.
Entre el mal estado en que se encuentran algunas de ellas, la mala señalización de otras y la masiva circulación en algunos puntos de la geografía, resulta prácticamente imposible contemplar el paisaje durante cinco segundos seguidos, ¡es la mayor de las temeridades!
Pero mucho me temo que no cambiará, pues la planificación que llevan a cabo los políticos, en cuanto construcción de carreteras se refiere, sigue a años luz de las europeas. Se sigue construyendo mal, las carreteras se deterioran en poco tiempo, los carriles no son suficientes para las necesidades de los viajeros y ni que hablar de autopistas y autovías que nos lleven a cualquier pueblo del territorio nacional.
Sinceramente, no creo correcto que la gente disfrute de la lectura o la última producción de Hollywood mientras hay algo de por medio tan serio como la conducción.
Aún así, me parece que el grado de tensión que se sufre en España bajaría ligeramente si las carreteras se pareciesen a las francesas o las germanas, pero para eso, quedan aún algunos años.
Seguiremos disfrutando, solamente, de la música de los mejores rockeros, pues es la única forma de librarse de esa tensión acumulada.
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